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Noche fría en las calles, cálida en el salón. Concierto de trajes y vestidos compitiendo en elegancia. Los graduados están casi irreconocibles en sus ropas de gala, luego de cuatro años y medio de contemplarnos en la comodidad del atuendo cotidiano. Música en el aire, nerviosismo, abrazos y sonrisas, ni siquiera parece una fiesta de despedida.
Así celebraban el término de su licenciatura en la Universidad Americana de Morelos (UAM), los miembros de la generación 2007-2011 de la carrera de comunicación. El programa fue conducido por Mercedes Soto Caballero, coordinadora de Asuntos Estudiantiles. el último pase de lista les fue realizado por la profesora Mónica Monter, pero la parte climática de la noche la dieron los discursos de la profesora Gabriela Tapia Vega, y Eleni Navarro Herrera, quien habló en nombre del grupo.
Gabriela Tapia Vega sorprendió con un discurso poco convencional que arrancó desde tímidas sonrisas, hasta carcajadas y gritos de entusiasmo entre los graduados: "Hoy nos reunimos para aplaudir el esfuerzo coronado de doce personas, es cierto. Cada una de ellas única e inigualable, pero que en sus andanzas académicas sin embargo, convivieron reunidos en un grupo, así pues, estamos hablando de personas físicas que generaron una personalidad colectiva. Es por ello que hoy les vengo a hablar de un sólo personaje de múltiples temperamentos, (...) tan pintoresco, que con nombre y apellidos, algunos lo conocemos como René Contreras Molina.
Acto seguido, describió al citado personaje en lo general y posteriormente pidió a los integrantes de dicho ente colectivo dar un paso al frente cuando se identificaran con cada una de las diversas personalidades que, sin dar nombres iban apareciendo en su discurso. Uno a uno, los integrantes del grupo daban un paso al frente aplaudiendo sonrientes, o levantando la mano para decir con fuerte convicción: - Ése soy yo. o bien: -Yo, yo soy esa.
Luego instó a los jóvenes a conservar su inconformidad, su combatividad, a no estancarse, a pelear contra la ignorancia y la conformidad y finalizó su intervención parafraseando a Mario Benedetti: "Hoy se despiden, y ahí es donde ya está la bienvenida. Enhorabuena"
Eleni Navarro Herrera por su parte, lanzó un discurso fresco y lleno de juegos y chistes "locales", Habló de la suma de supuestas "anormalidades" que ellos mismos consideraban ser los unos y los otros y como dicha integración dio como resultado una "normalidad" algo peculiar que definió al grupo durante el curso de sus estudios de licenciatura.
El cierre de su discurso fue realmente emotivo, sus compañeros afirmaban con la cabeza o contenían las lágrimas, o tenían las manos a la altura del pecho listas para el aplauso: "Así que invitoa los graduados (...) para hacer el compromiso de que esto no termina aquí, que 17 años de estudio rendirán grandes frutos, que cuatro años y medio de amistad no los tiraremos a la basura, que a pesar de que nuestros caminos se separen a partir de esta noche, siempre tendremos presente este día..."
Agregó después: "...hagamos el compromiso de nunca olvidar que fuimos estudiantes, de tener la disposición de que en cualquier momento de nuestra vida, ya sea en cinco, diez, veinte o treinta años, podamos reunirnos y volver a ser compañeros de clase. Les deseo una vida llena de éxito, pongámonos metas hoy, y de ahora en adelante, luchemos por llegar a ellas. Seamos el cambio que queremos ver en el mundo. Lo logramos, muchas felicidades a todos".
Luego la noche fue música y baile, recuerdo y abrazo, grito de entusiasmo, banquete, y el deseo de parar el tiempo que siempre sobrecoge a los graduados en su última noche de licenciatura hasta que el día siguiente comienza a insinuarse en los relojes.