Por Juan Pablo Picazo |CM Grupo Educativo Americano
Desde hace nueve, cada año la Maestra Érika Bülle prepara junto con los alumnos de octavo semestre de la licenciatura en Diseño gráfico, una magna exposición en la que se integran todos, o casi todos los conocimientos adquiridos por los estudiantes a lo largo de su carrera. ¿El objetivo? una demostración de las habilidades desarrolladas, la satisfacción de los padres de familia, familiares y amigos, y una sensación del deber cumplido. Habla a Gaceta UAM, al respecto.
El trajín típico del sistema sabatino de la Universidad Americana de Morelos (UAM) está en su esplendor cuando Érika Bülle arriba a la oficina de Gaceta UAM para conversar sobre Le Petit cirque americain, la última de las magnas exposiciones con las que los alumnos de octavo semestre sorprenden siempre a la Comunidad UAM.
Como siempre, estudiantes, profesores y administrativos concurren a la oficina, donde también se ubica la Coordinación de Asuntos Estudiantiles, y entran y salen, preguntan, solicitan, buscan, mientras nuestra entrevista se lleva a cabo. A pregunta expresa, la maestra responde:
— Las mejores exposiciones que nuestros alumnos han presentado son: ésta, Le petit cirque
Explica que si bien considera que las dos mencionadas son las mejores, eso no va en demérito de los otros montajes realizados, pues cada uno ha llevado su carga de trabajo, compromiso y esfuerzo por parte de las generaciones que lo han presentado; sin embargo, es justo reconocer los logros sobresalientes cuando los hay.
Al hablar sobre los objetivos de la exposición, Érika Bülle gesticula, como si llenara el aire con las cosas que refiere, dice:
— El objetivo es retomar todas las áreas de conocimiento que los estudiantes han llevado en su carrera y que las articulen en un solo trabajo; en cada exposición salen a relucir materias como ilustración, museografía, dibujo natural, e incluso algunas técnicas digitales... Esto es, se muestra en conjunto todo lo aprendido en la carrera y se pretende que el trabajo presentado sea tan espectacular y tan digno, que tanto ellos como sus familias, y por supuesto la Comunidad UAM, se sientan contentos, que se queden con la sensación de ver un excelente resultado, vamos constatar que los jóvenes aprendieron mucho.
— ¿Desde cuándo desarrollas esta actividad?
Érika no necesita hacer cuentas ni recordar con calma, responde de inmediato. Se trata de un proyecto en el que ha puesto mucho de sí durante muchos años como para no tenerlo claro. La exposición de octavo de diseño es ya toda una tradición para la Comunidad UAM, Explica:
— Nueve años.
— ¿Quién elige los temas, tú los impones, el grupo escoge o existe algún otro método de selección que...?
— Ellos son quienes lo eligen. —Érika sonríe antes de detallar su respuesta, acaso piensa en los momentos pasados durante la selección de los temas con todos sus grupos.— Mira, se hace una lluvia de ideas y de ahí salen entre dos y cinco temas predominantes sobre los cuales se argumenta, y luego se vota por ellos en la inteligencia de que una vez seleccionado el tema ganador, no puede ya discutirse ni cambiarse, es inamovible.
Cuenta que entre los temas elegidos por los alumnos de nueve generaciones se encuentran: la época del rock, las tribus urbanas, cine mexicano, lucha libre, superhéroes, demonios, el fin del mundo y dos veces, el tema del circo. Rememora por cierto, que en esa primera ocasión, se trataba de una generación pequeña, por lo que su obra no lució tanto como la presentada los días viernes 31 de mayo y sábado 1º de junio en el auditorio del campus Loma del Águila.
— Esta generación es especial por su espíritu de competencia. —Refiere Érika Bülle— Esta gana de hacer bien las cosas, mejores que los otros, mejores que las generaciones precedentes. Ahí está el resultado, en la obra que integró Le petit cirque americain.
La generación a la que refiere Érika está integrada por más o menos 15 estudiantes como Wendy Esther Villela González, Liliana Caballero Sánchez, Luis David Olivares Lozano, Raquel Trujano Martínez, Santiago Ferrara Ortega, Livia Angélica González Parra y Gabriela Silva Ramírez, entre otros.
Las técnicas y las dimensiones de esta magna exposición anual, son importantes, explica, porque se trata de obra en gran formato para impactar al espectador; la medida mínima aceptada es 1.22 por 2.44 y puede presentarse en polípticos debido a cuestiones de movilidad, y en ellas los alumnos pueden ir de la bidimensionalidad clásica a la tridimensionalidad.
Otros estudiantes de esta generación son: Fernanda Concepción Vázquez Flores, Alejandra Pérez Arciga, Jonathan Jacobo Ponce, Misael Nolasco Romero, Víctor Manuel Olmedo Torres, María Magaly García Pereyra, Ruth Damaris Velázquez Ortíz y Cinthia Magali Domúínguez Román.
El trabajo museográfico se va desarrollando conforme la obra toma forma, de manera que los presupuestos, espacios disponibles, dimensiones y demás detalles que deben ser planeados se ajustan conforme la obra se concreta.
Las técnicas que se trabajanson varias pero se privilegian las aprendidas durante la carrera, no obstante a veces se ha permitido el manejo de técnicas digitales; sin embargo, el trabajo desarrollado manualmente tiene una mayor carga personal y eso se ha evitado para no causar un choque visual.
— La exposición demora en prepararse aproximadamente un semestre. —Explica Érika mientras llegan y se marchan quienes quieren preguntar sobre el trámite de becas y otros asuntos semejantes. — Me siento muy orgullosa de mis muchachos, pues vienen a trabajar en su obra incluso en horas y días que no les correspondería estar aquí en el campus, logran un compromiso que difícilmente se observa en otras actividades.
— ¿Qué les pediría a los alumnos de Diseño gráfico en otros semestres que se acercan a octavo y a quienes un día les tocará realizar esta exposición?
— De entrada que se impongan como reto superar la exposición anterior. Les pido que tengan el mismo ritmo de trabajo, el mismo esfuerzo y la misma entrega que han tenido las generaciones anteriores.
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