Por Rodolfo Jiménez Domínguez | coordinador de Actividades Extracurriculares
Bajo
la mirada de sus pocos aficionados, luchando con su pasado, con una
mirada de temor y zozobra, y no era para menos, enfrentaban al Kennedy
(La Selección de Morelos) y comandadas por su ex coach, la entrenadora
más triunfadora de los últimos años, la misma que nos llevó a ser el
mejor equipo universitario del estado, si, la misma que fue parte
importante de su formación.
Pero
este equipo tiene algo, tiene corazón y pasión, con todo en contra con
el primer set perdido y prácticamente en desventaja en el segundo, de
repente como el ave fénix, resurgió de sus cenizas ante un equipo que ya
nos había ganado dos veces esta temporada y ahí, justo en ese instante,
ante la adversidad y de forma sobrenatural se levantaron, lograron
darle vuelta al marcador y ganar el segundo set, y mandar todo al tercero.
En esta ocasión las miradas eran diferentes, unas miradas que presagiaban una epopeya, una victoria arrancada con coraje, con un grito desde lo más profundo de su ser, debían dejar todo y jugar como nunca si querían vencer al súper líder y a la coach que les conoce sus fortalezas y debilidades, y ahí justo en Don Bosco se levantaban y conseguían lo que parecía imposible, se acordaron de aquellas memorables batallas en las finales de universiada, de los estatales y finales de la Adecopa, ya sin Yuridia Pm, sin Zicri Pm que eran parte de este corazón y motor del equipo, con cariño a la maestra, y con ese coraje en los tiempos dificiles que siempre les inculcó. Así jugaron, y ganaron. Maestra Claudia Macias, puede estar tranquila, dejó excelentes cimientos.
El color rojo de la Universidad Americana nunca fue más brillante e inmaculado, nunca.
darle vuelta al marcador y ganar el segundo set, y mandar todo al tercero.
En esta ocasión las miradas eran diferentes, unas miradas que presagiaban una epopeya, una victoria arrancada con coraje, con un grito desde lo más profundo de su ser, debían dejar todo y jugar como nunca si querían vencer al súper líder y a la coach que les conoce sus fortalezas y debilidades, y ahí justo en Don Bosco se levantaban y conseguían lo que parecía imposible, se acordaron de aquellas memorables batallas en las finales de universiada, de los estatales y finales de la Adecopa, ya sin Yuridia Pm, sin Zicri Pm que eran parte de este corazón y motor del equipo, con cariño a la maestra, y con ese coraje en los tiempos dificiles que siempre les inculcó. Así jugaron, y ganaron. Maestra Claudia Macias, puede estar tranquila, dejó excelentes cimientos.
El color rojo de la Universidad Americana nunca fue más brillante e inmaculado, nunca.
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