Por Uxoa G. Bravo | 6o. Comunicación, escolarizado
Si deseas escuchar el audio de esta entrevista, sigue este enlace
Se define como un hombre trabajador,
apasionado por lo que hace y amante de la actuación, ha participado con actores
de la talla de Humberto Zurita y Rogelio Guerra. “Sobre todo soy una persona
que ama a su familia”, apunta. Pasa con ellos tanto tiempo como puede, y los
considera el plus que le da la vida para realizar su trabajo día a día, así es
como se describió Hugo Pizano con un largo suspiro, y una mirada pensativa.
Nace el 21 de Noviembre de 1972
en la ciudad de Tampico, Tamaulipas y por el trabajo de su padre tuvo que vivir
en 11 ciudades diferentes como Colima, Guadalajara, La paz, Querétaro y
Aguascalientes. A la edad de 18 años comenzó su aventura en la carrera de
actuación, gracias a una amiga que ahora es dueña de un teatro.
Inició en uno de los talleres,
donde se le presentó la oportunidad de viajar a la ciudad de México y
participar en un concurso de teatro, por desgracia su obra no resultó
finalista, pero le abrió una puerta para que Manolo Fábregas, mejor conocido
como Señor teatro, viera en él un talento
especial y le ofreciera una beca para estudiar en su institución, oportunidad
que aprovechó. Todo esto en 1993.
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Hugo Pizano durante la entrevista, en instalaciones de la UAM. |
Durante su adolescencia, buscó en
la actuación un escape para olvidar el divorcio de sus padres y sobrellevar esa
difícil transición a la etapa adulta. Gracias al teatro aprendió a conocerse y superar toda la frustración y el dolor
acumulados en su vida hasta entonces.
Además el mundo de la farándula siempre
llamó su atención, ya que de no haber sido actor tuvo que ser cantante,
profesión que durante mucho tiempo ejerció en Televisa, cuando participaba en
distintos programas musicales que se transmitían en vivo.
Ese camino prometía: su
participación en Valores juveniles o Valores Bacardi, ocurrió dos años
después de haber ingresado a Televisa y fue el trampolín para su carrera de
cantante dejándole un gozoso segundo lugar, creando en él un crítico muy exigente:
“Fue muy raro verme por primera vez en televisión, unos amigos me grabaron y
surgió en mi un crítico exigente porque es cuando más ves tus fallas y dices-
¿cómo es posible que haya dicho eso?, quítalo, salgo horrible-, pero ahora que
veo a mi hija cómo se emociona cuando me ve en la tele, me entusiasma mucho y
me llena de orgullo”, sin duda alguna, el mayor de todos.
Luis de Llano siente un interés
particular por su trabajo y lo atrae a trabajar en Televisa para la
colaboración en diversos proyectos de música y canto, siendo aquí donde surge
el puente para comenzar en la actuación para televisión, donde comienza a
trabajar a la par con el gran maestro Sergio Jiménez. “Ahí me di cuenta que la
actuación para televisión es muy diferente a la de teatro”.
A pesar de los ruidos de las
máquinas de construcción en el edificio A en la Universidad Americana, Hugo, no
perdió la emoción de seguir hablando de su pasión, su trabajo y continúa
contando de los pasos y giros que ha dado su carrera de actor, siendo esta el
sostén de su familia y motor para impulsar a nuevas generaciones y
permitiéndole aprender más de lo que podría imaginarse.
Mientras laboraba para Televisa
en el 2000, Tv Azteca lo invitó a trabajar en una telenovela, haciendo
mancuerna con figuras como Lucía Méndez y Rogelio Guerra, a quienes les tiene
un gran aprecio, pues fueron personas con quienes convivió aunque de una forma
más social y no tanto profesional, como
lo hizo con el actor Humberto Zurita a quien le tiene un gran afecto y
admiración.
Con mucho entusiasmo al recordar
el trabajo con él, contó la siguiente anécdota: “El director no tenia muy clara
la idea de cómo grabar una escena de acción entonces se estaba haciendo bolas y
Humberto dijo que porque no se hacían algunos movimientos aquí y allá, entonces
metí mi cuchara para contribuir en ella y se grabó como si yo hubiera sido el
director y fue una buena experiencia
porque él me dio la oportunidad de expresar mis ideas, lo admiro mucho como
actor”.
Después de trabajar en dos
proyectos consecutivos con Tv Azteca, se estableció en Estados Unidos, en donde
trabajó durante un año. Al volver, lo hace con la mentalidad de formar un hogar
y sentar cabeza en Cuernavaca, donde se casa con quien fuera su mejor amiga desde hacía dos
años, omitiendo la etapa del noviazgo, pues dijo que en lugar de ayudar, empeora. Juntos formaron una hermosa familia y concibieron dos hijos, la mayor de 5 años
y el más pequeño de 2 años y medio, dándole la estabilidad que él tanto quería.
Consintiendo en trabajar con
jóvenes en instituciones educativas tales como: Tec de Monterrey, Colegio
Williams y Nuevo Continente como profesor de canto a la par que viajó a México
para trabajar en la escuela de música G. Martel en la que estuvo del 98 al 2000
y de 2002 hasta 2004.
Hombre de profundas convicciones religiosas, dice: “Es aquí donde Dios comenzó a
usarme como instrumento para trabajar con jóvenes que tenían problemas de
adicciones, de alcohol, de ambientes góticos y muchas cosas muy fuertes”, trabajo en el cual
pudo crear sus propios grupos entre jóvenes y maestros de la institución.
La sequía laboral en Morelos del
2006, orilló a Pizano a desplazarse continuamente a México para trabajar con Tv
Azteca, siendo este año que comienza su participación en el programa Lo que
callamos las mujeres, y dos años después cuando hace su primer guión.
Desde entonces sigue
participando, pero sólo escribe algunos guiones, filma escenas o acude a
llamados de la empresa. De alguna manera quiso que Dios trabajara a través de
él para que al igual que a él le cambió la vida, pueda cambiar la de alguien
más y debido a esto fue que dejó cosas del medio artístico, por principios
morales, por convicción, pero principalmente por el deseo de servir a la gente
y estudiar de la biblia pues se considera amante de esta.
Con la idea de seguir aquí en Cuernavaca,
busca oportunidades de trabajo y es así como conoce a Magda Ponce, cabeza ejecutiva del
Grupo Educativo Americano, quien le abrió las puertas en esta institución para trabajar
con la preparatoria, permitiéndole hacer una serie llamada; “Despertando
Conciencia” transmitida en el 2009 por
el canal 6 de Cablemás. “Fue difícil pero a la vez muy bonito, porque me dio la
oportunidad de aprender muchísimo gracias a Tv azteca y sus trabajadores, pues
preguntando y usando el alto estatus en el medio para aprender del manejo de cámaras,
encuadres, todo, fue muy bonito”, comentó Hugo. Esto le dio un amplio
conocimiento para llevar a cabo sus dos primeras producciones cinematográficas
los dos siguientes años.
“Me encantan los jóvenes, me
encantan los niños…pero no como a Michael Jackson (dice bromeando) sino de una
forma distinta” aclaró, “y me encanta servir en algo, sentir que Dios me puede
utilizar para hacer algo de bien en ellos.”
Ser pastor le ha costado
sacrificios, luchas y un sinfín de batallas por la gente que quiere, pero también,
le ha pagado con gran cantidad de satisfacciones, la actuación la dejó de lado
pues para él primero están su familia y Dios. “Yo soy un apasionado de la
biblia, y mi objetivo es que mis hijos y mi esposa se sientan orgullosos de mi,
el día en que deje de ser congruente lo que digo con lo que hago y que mi
familia pierda ese orgullo, dejaré de ser pastor.”